lunes, 8 de febrero de 2010

La piel



El cuerpo desnudo y la arquitectura se muestran en esta imagen esculpidos en una única pieza de ébano.

Mientras que el acabado del primero, trabajado a garlopa, es suave y frágil, como una caricia, el de la segunda presenta la dureza y rugosidad propias de la corteza, que salvaguarda y da protección. De esta manera, dos realidades están expresadas en una, como el haz y el envés en una hoja.

Y digo esto porque no se pueden disociar el cuerpo y la arquitectura, de la misma manera que no se puede separar la piel de su cuerpo o una fachada de su espacio interior. Si lo hacemos, si nos desentendemos de sus grosores y de sus relaciones imprescindibles, creemos ver un cuerpo en cada sucedáneo “fabricado” a base de cirugía estética, y arquitectura en esas imágenes diseñadas para las “revistas del corazón”.

Me gusta pensar en el cuerpo desnudo como la materialización de nuestro lado emocional, la constatación de una sensibilidad que brota por sí misma, surge y se disipa libremente, como a su aire; una especie de movimiento (moción) que, pese a detectarse en la piel, nace en el fondo de las entrañas.

Por otra parte, en esta escultura, podemos imaginar la arquitectura como una prolongación del propio cuerpo porque envuelve a la piel sirviéndose del aire. No hay que olvidar que la piel es el órgano sensorial más extenso del cuerpo, que lo recubre en su totalidad y, entonces, la arquitectura puede soñarse como la más externa de las múltiples capas que la conforman.

En definitiva, si vemos a la arquitectura como una prolongación de nuestro cuerpo y al cuerpo como la materialización de nuestro lado emocional, podemos concluir que la arquitectura debe ser una materialización de nuestra propia emoción.

Aprender arquitectura es aprender a vestirse con emociones.

Alberto Morell Sixto

martes, 29 de septiembre de 2009

La vista y la apariencia de las cosas



a) Los cinco sentidos.

Los teóricos antiguos han llegado a la conclusión de que la facultad intelectiva que le ha sido concedida al hombre es estimulada por un instrumento con el que están conectados los cinco sentidos por medio del órgano de percepción. A este instrumento le han dado el nombre de "sentido común". Se utiliza esta denominación sencillamente por ser el juez común de los otros cinco sentidos: vista, oído, tacto, gusto y olfato.

El "sentido común" es activado por el órgano de percepción que está situado equidistante de él y los sentidos. El órgano de percepción funciona por medio de las imágenes de los objetos transmitidos a él por los cinco sentidos que están situados en la superficie, equidistantes de las cosas externas y del órgano de percepción...

Las imágenes de los objetos circundantes son transmitidas a los sentidos y los sentidos las transmiten al órgano de percepción. El órgano de percepción las transmite a su vez al "sentido común" y por medio de éste son grabadas en la memoria y retenidas más o menos distintamente según la importancia o poder del objeto. El sentido que está más cerca del órgano de percepción funciona con más rapidez. Y éste es el ojo, el guía principal de los otros.

La experiencia nos enseña que el ojo capta diez cualidades diferentes de los objetos: la luz y la oscuridad -la primera sirve para descubrir las otras nueve y la segunda para ocultarlas-, el color y la sustancia, la forma y la posición, la distancia y la cercanía, el movimiento y reposo.

Cómo los sentidos son los auxiliares del alma.

El alma se encuentra donde reside el juicio, y el juicio reside en el lugar llamado "sentido común", donde se encuentran todos los sentidos...[...]

Cuaderno de notas
Leonardo da Vinci

Centro de Creación Contemporánea





La arquitectura se nutre constantemente de imágenes ocultas en nuestra memoria, ideas que en algún instante se tornan nítidas y claras e indican inesperadamente el inicio de un proyecto. Tal vez por ello el eco de la cultura hispano-musulmana latente aún en Córdoba haya supuesto inconscientemente algo más que una nota al margen en nuestra propuesta.

Frente a la homogeneidad que la civilización globalizada parece imponer en todos los ámbitos, el Espacio de Arte Contemporáneo aspira a interpretar una occidentalidad diferente, superando el tópico de esta expresión a menudo empleada.

Siempre nos ha admirado la sencillez de las ocultas leyes geométricas por medio de las que aquellos artistas, artesanos y alarifes de un remoto pasado cordobés eran capaces de generar el espacio múltiple e isótropo de la Mezquita, el complejo faceteado de bóvedas y mocárabes, las permutaciones de los motivos ornamentales de celosías, pavimentos y atauriques, o bien las reglas y ritmos narrativos implícitos en los poemas y cuentos de la tradición islámica.

La fachada al río, verdadera máscara protagonista del edificio hacia el exterior, se concibe como una pantalla perforada por múltiples huecos circulares tras los que se alojan lámparas monocromáticas tipo LED en colores rojo, verde y azul. Por medio de un programa informático, señales de video generarán imágenes, textos o colores que encontrarán su reflejo en la lámina de agua del río y permitirán instalaciones específicamente concebidas para el lugar. Durante el día, la luz natural se filtrará a través de las perforaciones, e inundará tamizada la calle interior cubierta.

En el Espacio de Arte Contemporáneo confluirán artistas, visitantes, expertos, investigadores, curiosos, como en un contemporáneo zoco cultural, sin jerarquías espaciales evidentes. Será un centro para la creación artística que vinculará estrechamente el espacio arquitectónico con el arte y con el público: un laboratorio abierto donde la arquitectura pretende provocar también nuevos modos de expresión.

Algunas de las más recientes propuestas ligadas a las últimas tecnologías parecen alejarse cada vez más de la materialidad para sumergirse en una virtualidad desconectada de un lugar concreto, pero tal vez por ello, disintiendo de esa interpretación -ya un lugar común- estamos convencidos de que el propio edificio, el río Guadalquivir, el presente y el pasado de Córdoba, no serán solo una circunstancia casual sino -como también lo han sido para nosotros- el origen de un diálogo, una coincidencia, o quizá de un rechazo. ¿Pues, no son estos también sentimientos que subyacen en la búsqueda de toda expresión artística?

Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano

Texto extraido de http://www.nietosobejano.com/

viernes, 25 de septiembre de 2009

Al grano




En una exposición reciente sobre Francis Bacon en el Museo del Prado, podía verse una entrevista realizada por la BBC en la cual el pintor se preguntaba por qué ser directo es casi siempre ofensivo. La conclusión a la que llegaba era que la realidad, o la verdad, resultaba en muchos casos dolorosa y que la gente prefería vivir sin enfrentarse a ella.

Parece que Occidente ha olvidado expresarse sin rodeos, ser directos, ir al grano. Tiende a huir de las palabras que desnudan los sentimientos y que evitan las distancias generadas por el pensamiento, la cultura, los prejuicios, las convenciones o las excesivas precauciones. En esta actitud habrá razones históricas, sociales, culturales, etc. pero aún así, yo creo que ser o mostrarse directo es la mejor manera de presentar la realidad y, con ello, perseguir la autenticidad, un buen argumento para fundamentar toda una vida.

Llevando esta reflexión al mundo de la arquitectura, diría que la más interesante es aquella que muestra los materiales y las estructuras en toda su crudeza y sencillez, generando espacios vacíos, limpios y proporcionados con la naturaleza. Una arquitectura directa y expuesta, construida con los elementos más próximos de su entorno, y que refleje la esencia de nuestro habitar, nuestros rituales diarios, nuestra relación con el mundo que nos rodea.

Por ello, la arquitectura de los pueblos o de las tribus nómadas es emocionante, aunque esté construida con cuatro palos clavados en la tierra que atirantan un cerramiento compuesto de una mezcla de barro y bosta. Porque es una arquitectura sin veladuras, que va al grano. Auténtica y sin miedo a ofender.

Nairobi, marzo, 2008

Alberto Morell Sixto.

Texto extraido de "La estructura de la estructura". U.D. Alberto Campo Baeza
ETSAM, UPM.


Sustracción y adición


"La adición y la sustracción son las operaciones arquitectónicas que se efectúan en el muro. Son operaciones en y sobre la materia que nacen de la idea del proyecto.

La sustracción de la materia está vinculada con la idea estereotómica, esto es, mantiene el valor la materia de la arquitectura, del macizo, del muro sólido. Se sigue acentuando la presencia corpórea de la arquitectura.

La idea de ausencia por sustracción en un muro se materializa al horadar el todo hermético, ese continuum de materia, que, aún después de haber sido sustraído, sigue existiendo.

A través del espacio sustraído al muro, el paisaje enmarcado se convierte en la nueva materia del mismo.

La adición de materia está ligada a la idea tectónica, ya que sigue teniendo en el espacio un valor mayor lo que no es arquitectura, por esto la arquitectura es ligera, abierta, evidente. Así se acentúa la presencia ideal de la Naturaleza y del paisaje. La adición se basa en la construcción mínima necesaria para crear un espacio habitable en un paisaje natural o artificial.

El paisaje se enmarca mediante la adición de materia en forma discontinua. La idea de ausencia por la no adición de materia, discontinuum de materia, resulta en un continuum óptico del espacio de la arquitectura, el paisaje y la Naturaleza.

Tras la adición de materia aparece el muro del paisaje. El espacio presume por tanto una privacidad exterior, que se liga con la posibilidad de ver todo y no tan sólo esa parte que se enfocaba en la sustracción estereotómica. Ejemplo de sustracción y adición: la arcada y la columnata. "

Texto extraido de "El muro". Jesús Mª Aparicio Guisado.

miércoles, 3 de junio de 2009

La villa romana



Una villa romana no es una casa corriente. No es la vivienda tal y como la conocemos hoy en día. Ahora más bien vivimos en "chabolas en altura". Una villa romana era mucho más. "El lugar en donde conviven los ocios más excelsos", apuntaba la inscripción de la entrada en la villa de Plinio. El ocio, como trabajo creativo, productivo. No era un simple refugio para comer dormir y salir pitando de allí. Era un lugar en constante diálogo con la naturaleza, en donde se forjaba la cultura día a día. Situada en la ciudad, en la urbe, en donde hay lucha, confontración, conflictos. Es una villa urbana que contempla la ciudad, y que se nutre de ella. La vida en el campo aniquila la creatividad.

La cultura no es más que la reacción del hombre que quiere superar a la naturaleza. En la naturaleza todo sucede cíclicamente. El gusano, que se convierte en mariposa, pone huevos de los que sale otra larva que se convierte en gusano de nuevo. Y así una y otra vez. Siempre se empieza desde cero. A nosotros los humanos también nos ocurre, pues somos parte de esa naturaleza. Cuando aprendemos un idioma, o a cocinar, por ejemplo, nuestros hijos no lo heredan. Los caracteres adquiridos no se heredan, todos lo sabemos. Por eso vivimos en una sociedad que nos brinda la posibilidad de no empezar de cero. Hay colegios, bancos, hospitales, lugares en donde se enseña aquello que otros antes que nosotros ya descubrieron. Y así avanzamos.

Esa cultura, que dialoga y discute con esa naturaleza, es la que descubrimos dentro de la villa romana, un gran ejemplo de claridad dentro del caos, de libertad y de búsqueda de lo intelectual, la búsqueda de la verdad.

Roma, con veinticinco siglos de historia, en donde se han sucedido multitud de guerras, envenamientos, conspiraciones y un cúmulo de conflictos y luchas, ha dado al mundo personas como Miguel Angel, Rafael o Virgilio. En cambio, Suiza, por ejemplo, con sus cinco siglos de historia y de paz absoluta, ha supuesto para la historia de la humanidad...el reloj de cuco.


Notas extraidas de la charla acerca de "La villa romana"
de Ignacio Vicens, arquitecto y profesor la ETSAM.

Torre Caja Madrid, Foster and Partners



Es el arquitecto más universal, el que más proyectos lleva a cabo, en todos los continentes y de todos los tipos. Tanto obras de arquitectura como de ingenieria o diseño. No hay obra que haya realizado, que no haya dejado maravillado al espectador que la contempla. Su obra como poco es sublime, impactante por su grandiosidad y moderna por su cuidada técnica constructiva.

Sir Norman Foster, ha sido recientemente galardonado con el Premio Principe de Asturias de las Artes por su "...original dominio del espacio, la luz y la materia", entre otras cosas. Es un arquitecto comprometido con las nuevas tecnologías, que posee una actitud abierta a la innovación y que cuida la calidad en todas y cada una de las fases del proyecto.

En Madrid, el proyecto para la torre de Caja Madrid continúa la línea de investigación de Foster and Partners en torno al diseño de espacios de trabajo "flexibles". Con 34 plantas, el edificio se levanta sobre los antiguos terrenos de entrenamiento del Real Madrid junto a otras tres torres.

El conjunto final de las cuatro torres supone un hito y un punto de referencia en la ciudad. La flexibilidad espacial se debe a la localización perimetral de las zonas de servicio. Esta estrategia ya fue empleada por Foster and Partners para el diseño del Banco de Hong Kong, consiguiendo plantas libres de 1200 m2.

Compositivamente el edificio se entiende como un gran arco alargado. Soportando los esfuerzos verticales y albergando los espacios de servicio, este elemento estructural permite liberar las distintas plantas de la torre.

El edificio se ordena en tres "paquetes" de forjados que descansan sobre las vigas cajón. Cada uno de ellos se entiende como un pequeño edificio con cuatro pilares a compresión sostenido en el interior del arco.

A nivel de calle, un atrio acristalado de 22 m de altura sirve como espacio mediador entre exterior e interior. Sobre él se distingue suspendido un auditorio de cerramiento de vidrio dispuesto a modo de entresuelo.

En la parte superior del edificio se ha previsto un espacio vacío bajo el tramo horizontal del arco estructural. Este espacio se ha reservado para una posible instalación de turbinas de viento en el futuro.


Desde la calle, la Torre de Caja Madrid es la que más me impresiona. Es un edificio sublime. Se impone victoriosa sobre las otras tres torres, desde la zona sur del Paseo de la Castellana. Su privilegiada posición, domina sobre las demás, y eso se nota. Porque a efectos de imagen es la principal de la intervención urbana.

Qué importante es, que el arquitecto de arquitectos, tenga una de sus grandes obras en la capital de España. Símbolo de la innovación y de la creación. Símbolo del crecimiento de nuestra arquitectura.

martes, 2 de junio de 2009

La Trinidad, El Greco.




La composición de El Greco, originalmente situada en el ático del retablo mayor de la iglesia del monasterio toledano de Santo Domingo el Antiguo (1577-1579), está inspirada en una xilografía de Alberto Durero (1511), en la que aparecía la Trinidad, organizada como "trono de misericordia", con Dios Padre recogiendo en su regazo el cuerpo muerto de Cristo, rodeada por ángeles con los símbolos de la Pasión, instrumentos que desaparecen en el lienzo del cretense. A partir de este modelo, Theotocopoulos introdujo diferentes novedades, como el tratamiento anatómico y compositivo de la figura de Jesús, en el que los ecos de la escultura de Miguel Ángel -estatua de San Lorenzo de Médici y Piedad vaticana- son claros. 

La belleza, muy estilizada, del cuerpo de Cristo, fuertemente relevado y lleno de peso, y la serenidad de su rostro, contemplado amorosamente por el Padre, contrastan con la expresividad y el movimiento de los ángeles que, con su elegancia y su fuerte colorido, constituyen una especie de orla que rodea al grupo principal, inundado por una luz claramente sobrenatural procedente de una nube dorada, contra la que se recorta la paloma del Espíritu Santo. 

El concepto del naturalismo de El Greco se basa en el juego del color y la luz y el movimiento corporal anímico. Este cuadro se expone en el Museo del Prado y fue adquirido por Fernando VII en 1827

Ágora



La plaza, como lugar de intercambio y centro de la vida política: una aportación de los griegos. En el centro se reunía una vez al año la asamblea de los ciudadanos, que podía decicir el ostracismo, mientras que en los alrededores y bajo los pórticos se montaban los tenderetes del mercado, reagrupados según la mercancía, y se hacinaban las tiendas artesanales. El ágora era también un espacio sagrado. A través de la calle de las Panateneas, recorrida por las procesiones que subían a la Acrópolis, se hallaban algunos de los templos más venerados y sus confines, señalados por cipos, no podían ser rebasados por quien se había manchado de impiedad.

Un lugar de encuentro. Para todos aquellos a los que les guste la arquitectura, la pintura, la literatura..., cualquier tipo de arte. Para el que le guste aprender cosas, escuchar a los demás, intercambiar opiniones, y también dar referencias de artistas u obras que puedan resultar de interés común. Espero que sea de vuestro agrado. Un saludo.

Javier